Todo el mundo habla de Game of Thrones, pero en esta era del Internet donde cualquier cosa es “viral” es probable que surja cierta desconfianza sobre si algo es bueno o no.
Es por esto que el fenómeno en el que se ha convertido Game of Thrones es digno de analizar.
¿En realidad esta serie es tan buena?
Al final lo decidirá el espectador, pero basada en mi experiencia puedo dar algunas razones de por qué gusta tanto.
La historia oscura
Desde el principio se nos presenta una historia que trata temas bastante sombríos: incesto, infanticidio, abuso de poder, violación. Incluso, vender a tu hermana a un líder Dothraki es cosa común en esta ficción.
Y aunque parezca algo crudo, estas cosas pasan en el mundo en que vivimos. Excepto, claro, que aquí no existen los Dothraki, pero podríamos decir que existe la trata de personas.
Esto ayuda a enriquecer la historia de Game of Thrones, ya que en ella no todos son felices y no existe la maldad. Se nos presenta un universo que aunque es ficticio, contiene mucha oscuridad, de esa que existe en la vida real.
La fantasía
Del punto anterior, que hace parecer esta serie bastante terrenal, saltamos directamente a lo opuesto.
Podemos ver dragones, espectros, gigantes, lobos huargos y criaturas conocidas como “hijos del bosque”.
Y si no has visto la serie puedes preguntarte: ¿Cómo rayos conviven todos juntos?
Es un universo sumamente amplio. Lograr que todos los personajes encajen bastante bien es una de las razones por la que tiene tantos adeptos. Eso se lo debemos a George R. R. Martin.
Si disfrutas de El Señor de los Anillos, puede que esta serie te llegue a gustar.
La amplia variedad de personajes
En este punto hay quienes difieren, pues dicen que una historia bien contada no requiere tantos personajes.
Por decir un ejemplo, Breaking Bad es considerada una de las mejores series (y estoy sumamente de acuerdo). La trama gira en torno a dos personajes, así que los personajes extra dan soporte a la historia de ambos y queda bien.
Sin embargo, en Game of Thrones nunca ha habido un protagonista claro. De hecho, los libros están narrados desde las diferentes perspectivas de los personajes.
En mi opinión es importante la riqueza de personajes, pues aquí la historia se centra en el mundo creado: La tierra de los Siete Reinos, llamada Poniente y parte de otro continente, llamado Essos.
La diversidad de locaciones
Game of Thrones fue filmada en una diversidad de locaciones que da para muchos gustos.
Tenemos desde la trama del muro y más allá de este, donde se desarrolla la historia de la Guardia Nocturna, los salvajes y espectros hasta cruzando el Mar Angosto y llegar al otro continente, donde inicia la historia que trae a los dragones.
Son tantos lugares que el intro de cada temporada (que es un recorrido por el mapa de este universo) muestra diferentes puntos de este, dependiendo de dónde se desarrollen los acontecimientos.
Que cada lugar tenga bien definido su clima, el comportamiento de sus habitantes e incluso algunos tengan su propio dialecto hacen a esta serie sumamente interesante.
El toque impredecible
Muy pocas historias hoy en día son capaces de prescindir de personajes que se consideren importantes, ya que prevalece la conexión que tiene la audiencia con estos para generar más vistas.
Este recurso no se usa aquí. La muerte es real y puede alcanzar a quien sea, es esta una de las mayores razones por las que podemos decir que no estamos ante una historia cualquiera.
“The Rains of Castamere”, el noveno episodio de la tercera temporada (y uno de mis favoritos) es una muestra de que nadie está a salvo. Así que no encariñarse con nadie es requisito si no quieres llorar alguna pérdida.
Las teorías
A lo largo de esta gran historia, inspirada en la saga de Canción de Hielo y Fuego, tanto G.R.R. Martin como David Benioff y D.B. Weiss han tejido una trama llena de misterios, intrigas, conspiración y aventuras que temporada tras temporada se enreda aún más.
En la web puedes encontrar infinidad de teorías que se pueden cumplir, o no, para darle fin a esta historia y desenmarañar este tejido.
Es increíble cómo esta ficción une los espectadores, porque pocas veces he visto a grupos grandes de personas discutir sobre el mismo tema por tanto tiempo.
La producción
Para finalizar, algo que siempre ha estado en esta serie y que damos por sentado muchas veces, pero a ello le debemos su gran éxito: La producción.
Cada escenario de Game of Thrones ha requerido el traslado de numerosas personas y equipo a diferentes países, traernos dragones a la pantalla, las secuencias de batalla.
Toda esta producción es digna de una película y tener eso en cada episodio ha sentado precedentes en la historia de las series.
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